Un
día agitado, menos aburrido que los otros.
La
mañana un poco agitada en la taquilla, la lectura del libro de Soto Viterbo y las
conversaciones esporádicas con Ángeles y Karla, ha alivianado el transcurrir
del día.
Por
la tarde se inauguró una exposición pictórica que celebra el Año Litúrgico
Maronita, integrando cerca de 40 símbolos representativos de la iglesia nacida
en Líbano. Es la primera exposición temporal que tiene el Museo Casa de
Alfeñique. Hubo un brindis de honor al final.
La
rutina del trabajo cambio un poco. Eso es bueno.
Hoy
platiqué poco con Dulce, las ocupaciones y el cansancio se atravesaron. Ojalá
haya podido descansar. Sin embargo, recibir su aliento y besos, aunque sea
electrónico, sirven como pilas emotivas, recarga al alma.
Pareciera
rutinario escribir estas breves notas que pretenden ser un diario, pero es una
forma de conversar con ella. Lo disfruto.
Hoy
me ha llegado un regalo, muy novedoso y bello. Rosa María Lechuga, prima de un
escritor poblano Edson Lechuga, me ha enviado un libro sobre un pintor francés:
Pissarro. Un libro proveniente de una librería de viejo, huele al menos a eso.
Es un tesoro.
Mañana
será un día interesante, mis padres quieren ir a mitin de AMLO en Puebla.
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