martes, mayo 25, 2010

Cuentuitos (Diario Milenio/Opinión 25/05/10)

El 20 de mayo, como parte final del ciclo de cuentistas que la Feria de León me encargó curar para su versión 2010, incluí una mesa de cuentuiteros. El término hace referencia, por supuesto, a los escritores de textos de 140 caracteres conocidos como twits o, en español, gorjeos. La idea original consistía en reunir en vivo a unos cuatro o cinco tuiteros para, luego de hacer una breve exposición sobre su relación con el twitter, llevar a cabo una sesión de escritura en vivo. La idea original no era, pues, tanto discurrir sobre el tema sino poner manos a la obra y construir, en el espacio de una hora, un TimeLine colectivo, versión leonesa.

-

Tanto @isaimoreno como @Orfa, escritores de libros en papel, se mostraron entusiastas ante el proyecto. @Diamandina, una de las más sofisticadas tuiteras cuyas palabras, a excepción de un par de cuentos, todavía no conocer la estabilidad del papel, se sumó también con gusto al evento. @PaolaTinoco fungió como moderadora pero, tuitera de corazón, no pudo evitar participar de lleno en la sesión. Yo, por mi parte, procuré estar a la altura de las circunstancias y tampoco dejé de tuitear. De todo ello fue quedando huella en las dos pantallas que flanqueaban la mesa rectangular. Ahí, de manera apresurada y descendente, transcurría el TimeLine donde aparecían y desaparecían los tuits producidos in situ por el personal convocado.

-

Acaso sea el sello colectivo de toda escritura tuitesca o un denodado afán de hacer fiesta a la menor provocación, pero a todos nos pareció natural invitar a la comunidad tuitera a participar con nosotros desde el ciberespacio. Para tal fin creamos el hashtag: #cuentuitos. Así, todo aquel que quisiera participar con un texto de hasta 140 caracteres podría hacerlo desde donde se encontrara. Algunos, pronto nos dimos cuenta, tuiteaban dentro de la misma sala donde se llevaba a cabo la sesión en vivo. Pero otro lo hacían, como Alberto Chimal, otro reconocido tuitero, desde la ciudad de México; mientras que otros mandaban sus textos desde más allá de las fronteras de la República Mexicana. Hacia el final de la jornada, cuando, como lo decía Isaí Moreno, el proceso se salió de nuestras manos, llegaron cuentos hasta en árabe. El #cuentuitos había sido todo un éxito. Y por si nos hubieran hecho falta evidencias al respecto pronto nos dimos cuenta que nuestro hashtag, generado desde la provinciana ciudad de León, se había convertido en uno de los Trend Topics en México. Por horas, así lo hacía constar su posicionamiento entre #jefediego y #santosvstoluca, estuvo compitiendo codo a codo con temas de interés popular. No fue sino hasta entonces que me detuve en seco. ¿Desde cuándo la escritura competía al tú por tú contra el futbol? ¿En qué otro medio la escritura podía compartir créditos de popularidad con noticias de escándalo?

-

Dice la reconocida teórica sudaméricana Josefina Ludmer que las escrituras posautónomas son aquellas que, escapando a los confines y tretas de lo literario, se abocan por su parte a la producción de presente. De César Aira a Bruno Morales, de Fabián Casas a María Sonia Cristoff, Ludmer se ha dado a la tarea de ubicar autores cuyas obras “no admiten lecturas literarias; esto quiere decir que no se sabe o no importa si son literatura. Y tampoco importa o se sabe si son ficción o realidad. Se instalan localmente y en una realidad cotidiana para ‘fabricar presente’ y ese es precisamente su sentido”. Para estas escrituras todo lo económico es cultural y viceversa. Asimismo, estas escrituras parten de, o más bien confirman que, la realidad es ya en sí misma ficción y que la ficción es nuestra realidad cotidiana. Si todo esto es cierto, y sigo muy tentada a pensar que así lo es, el fenómeno que ocurrió alrededor del hashtag #cuentuitos es más serio de lo que suponemos.

-

De acuerdo con las propias estadísticas de twitter, por algunas bastantes horas de ese 20 de mayo, 0.02% de la producción de tuits en el mundo estuvo concentrada en la producción de escritura. Esta cifra parecería insignificante a primera vista, pero no lo es si se considera que se producen un promedio de 50 millones de tuits al día. Todo parecería indicar que, contrario a lo que esparcen los escandalosos rumores acerca del fin del libro y la escritura, esta nueva generación de Nativos Digitales está tan o más interesada en escribir que sus contraparte No Digital. Eso sí, las estadísticas aclaran que lo que les interesa a los ND, especialmente a los tuiteros, son esas formas de escritura que escapan de la camisa de fuerza de la autonomía literaria. Tal como lo argumentara Sibilia, otra reconocida teórica argentina, los partícipes de escrituras públicas y colectivas tanto en bitácoras electrónicas como en el microblog privilegian formas de yo alterdirigidas que dan pie a escrituras que combinan la autoficción con la no ficción. Independientemente del mote que se les adhiera, ya como posautónomas o como noficción, estas escrituras invocan formas de lectura que escapan al tamiz de lo hasta ahora conocido y valorado como “lo literario”.

-

La copiosa respuesta generada por el hashtag #cuentuitos, el que por cierto pronto escapó de nuestras manos, puede ser leída como una muy interesante señal acerca de las características y retos las escrituras de hoy. Aquellos interesados en producir lectores y en gestionar formas contemporáneas de cultural popular no pueden perder de vista que ante el declive del capital cultural de lo literario, se alza la práctica de escrituras tecnológicas y colectivas que precisan de atención y, acaso, de apoyo. Las instituciones culturales a cargo de estos procesos harían bien en volver el rostro hacia las pantallas del XXI para conectarse así a las sensibilidades, visiones y prácticas que dan sentido a la lectura y escritura del aquí y ahora.

No hay comentarios.: