domingo, junio 28, 2009

Me encuentro entre espantajos, emisarios del bien
y absurdos sacerdotes,
buscando la poesía que sea capaz de plasmar
la infinita belleza y la eterna dulzura
de la doncella del canto.
Y así poder honrarla.

Pero no sé escribir poesía.
Tengo mi corazón y una eterna devoción.

¿Te basta?

No hay comentarios.: