sábado, marzo 10, 2007

Introspección XXXIV.

Tal y como me lo propuse, la madrugada de hoy, sábado, termine Los Detectives Salvajes (Anagrama, 1998). Es una novela por demás redonda. Tiene diversas formas de leerse. La primera es de forma normal, tal y como va el texto. La segunda sugiere leer la parte I: Mexicanos perdidos en México (1975) y la parte III: Los desiertos de Sonora (1976), para luego continuar con la parte II: Los Detectives Salvajes (1976-1996). La tercera opción es leer primero la parte II para seguir leyendo la parte I Y III. Léase como se lea. No pierde uno el sentido y entiende la obra tal cual.
Existen dos tramas: la primera es la búsqueda de una poeta ubicada con los Estridentistas: Cesárea Tinajero, y la otra es la búsqueda del paradero o de la existencia de Arturo Belano.
Bolaño ironiza con el grupo al que perteneció: Los Infrarrealistas, nacidos en los años de 1976. Y dicen aún con vida.
Pero también como dice mi amigo Juan Gerardo Sampedro, es un libro que de una u otra forma plasma la vida cultural del México de finales de los 70, los 80 y finales quizás de los 90.
Una novela que también creo suponer Bolaño hace como divertimento personal, como testimonio. Pero de la misma forma como una crítica a todo aquel que intenta hacer novela policíaca o detectivesca en México o Latinoamérica. Como en Latinoamérica está bien claro que nuestras policías y demás autoridades son y serán corruptas, que nunca atrapan al culpable sino al inocente, entonces es difícil encontrar la profesión de detective y si la hay, seguro caerá en manos de la corrupción. Entonces, Bolaño, inventa una situación y a falta de policías, manda a los escritores a investigar. Un escritor sería lo más cercano a un detective, ambos en formas distintas tienen un vaso comunicante: son investigadores.
Los Detectives Salvajes es una obra picaresca, ágil y profunda. Atrapa al lector en el primer instante. De la misma forma que logra que el lector se vuelva protagonista de la novela, sufra, opine y se deprima con la vida de Belano. Se interese y se adentre en la búsqueda de Cesárea que termina trágicamente. Y quiera ser entrevistado para opinar sobre Arturo Belano.
Una novela que debe ser leída por todos.
Hubo momentos en que me sentí Belano. También lo llegué a envidiar por ser como era. Quise ser él. Me espantó saber que tomaba pastillas para los riñones y otras enfermedades, no tuve remedio, me identifique. Es mi probable, futuro, no el de la grandeza literaria, sí el de tomar pastillas.
Y sin embargo, nada cambio. Sigo tomando Coca-cola.

Introspección XXXIII.

Por dónde empezar un texto que no sabe cómo y por dónde ir, quizá por una idea, aunque sea absurda. Dicen que las grandes cosas son producto de pensar idioteces. Pero, quizá, lo más viable sea no pensar en nada. Liberarme de toda presión.
En un rato, espero poder terminar por fin Los Detectives Salvajes del entrañable y hoy occiso Roberto Bolaño. Una novela que me duró mucho, pero sin duda la he disfrutado enormemente. Estoy convencido que es un libro ya icono de de la literatura latinoamericana.
Este domingo, saldrá mi segunda columna en el suplemento cultural: Laberinto del Diario Milenio-El Portal de Veracruz. En ella concluyo con el libro de Nabokov: Curso de Literatura Europea (Ediciones B, 1987) y también hablo de Leer y Escribir (Debate, 2002) de V. S. Naipaul, ambos libros, estoy convencido son aptos para obtener un acercamiento a la literatura, ya que ambos, abracan las dos perspectivas: lectura y escritura.
Mañana comienzo con Italo Calvino y su libro Seis propuestas para el próximo milenio (Siruela, 1998). Un libro necesario para comprender el Manifiesto del Crack y para tener un respaldo más de análisis de la literatura de nuestros tiempos.
A medio día, me acordé de su nombre. Corto y limpio.
Cirlot aún no llega, Bronwyn se resiste. Quiere ser igual de inalcanzable conmigo como lo fue para Juan Eduardo.
Todos tenemos una Bronwyn. Pero ya no se hará mejor ciclo poético que el de Cirlot.
Quisiera decirte que últimamente me robas el hambre y te conviertes en mis insomnios, pero no me atrevo, quizá es tu belleza o tu sonrisa cristalina, lo que me aleja. No merezco tanta belleza.
No se puede empezar un texto si no se sabe comenzar a vivir. Eso es la escritura. A veces algunos estamos destinados a escribir buscando algo sin saber qué y cómo. Es nuestra cárcel, producto de la timidez para afrontar la vida y atreverse al fracaso en pos de una victoria.

jueves, marzo 08, 2007

Sampedro habla del Muse Erasto Cortés

Paisajes de la Memoria (Diario Milenio 08/03/07)
Juan Gerardo Sampedro
El museo Erasto Cortés, en el abandono

Insisto que me sigue preocupando lo que ocurre con esta pésima administración de la cultura de Puebla. Luego de haber dejado constancia aquí mismo de la situación en la que se halla la Biblioteca Tola de Habich, abandonada en cajas de cartón en el Museo San Pedro, me he dado cuenta apenas que la Sala Permanente destinada al grabador poblano Erasto Cortés Juárez, en el museo que lleva su nombre, ha sido retirada y almacenada muy probablemente también en cajas de cartón. Ése es el desprecio que por la cultura continúa manifestando el secretario de cultura Alejandro Montiel, el hombre sin ideas ni proyectos. E insisto: en poco tiempo el señor secretario acabará con todo, si es que alguien no hace algo para evitarlo. Aún hay tiempo.

Basta entrar al Museo Erasto Cortés, ubicado en la 7 Oriente, para darse cuenta del terrible abandono en el que se encuentra. Y si el lector lo prefiere verificar, vaya a ver los muebles viejos amontonados al fondo, el polvo y los carteles desperdigados.

La sala Fabián y Fuero ahora tiene otro nombre y funciona como bodega y almacén de basura.

El día de ayer, un amigo reportero de un diario nacional me pidió que lo llevara al Museo Erasto Cortés. No voy a extenderme para nada en los comentarios que él hizo cuando se dio cuenta de que ya no está la sala permanente, pero voy a explicarles, queridos lectores, lo que no pude explicarle a él:

Resulta que hace aproximadamente un poco más de un año estuvo en Puebla Marisol Cortés Vázquez, hija de Jaime Erasto Cortés, y se dio cuenta de las condiciones en las que se halla actualmente el museo. Desde su inauguración en el 2000, cada año se llevaba a cabo una ceremonia de aniversario y a partir de 2005 éstas dejaron de efectuarse.

Poco después, el maestro Jaime Erasto Cortés se comunicó con el director del museo, el maestro César Gordillo, quien le comunicó que la sala permanente sería reubicada en donde ahora se encuentra la dirección. Sin embargo, nunca jamás se tomó la molestia de hablar con el maestro Jaime Erasto. Es decir: César Gordillo, director, ordenó que la sala permanente desapareciera por instrucciones del hombre sin ideas ni cultura, el secretario Alejandro Montiel. Y desde entonces sólo le ha mentido al hijo del destacado e ilustre grabador.

Hace tiempo se trató de formar una especie de asociación de amigos del museo que estaría presidida por el pintor Francisco Toledo o por el propio Jaime Erasto Cortés. El proyecto ya no lo fue porque, al no cumplirse con un acuerdo de obligación legal que se marca por ley, y como la obra del maestro Erasto Cortés Juárez está en comodato en la Secretaría de Cultura, la familia ha pensado en retirarla lo antes posible al haber un incumplimiento para mantener la sala permanente y al no saber en dónde se encuentra la obra de Erasto Cortés que ahí estaba expuesta.

Es evidente que ni al secretario Montiel ni al director Gordillo les interesa el museo.

Esta nota la tiene ya el maestro Jaime Erasto Cortés sobre su escritorio. En manos ineptas, la obra de su padre peligra. Y mucho.

domingo, marzo 04, 2007

Dos noticias. Dos.

Éste que ves.

El anterior es el título de la más reciente novela del galardonado con el Premio Alfaguara de Novela 2003 por su novela Diablo Guardián: Xavier Velasco y que está publicada bajo el sello de la editorial Alfaguara.
En su cuarta de forros reza lo siguiente:

Ser niño es entender que el que lleva al infierno es un camino corto. Se llega sin saber, se escapa sin pensar y se vuelve sin querer.
El niño de esta historia se resiste a contarla. Antes que darle un sitio en su memoria, preferiría darle sepultura. Cuando menos lo espera, ya está inmerso en un juego trepidante que se le permite todo…menos dejar morir una historia. Se trata de salvarla, ese es el juego.
No es que la infancia sea en sí difícil, sino que sus fantasmas resultan invencibles y sus muros –horror- inexpugnables. En un proceso inverso al exorcismo, el autor se transforma en personaje, el autor se transforma en personaje, el retrato en fantasma y la cicatriz en tinta: “Se escribe, igual que se ama o que se vive, porque no queda más alternativa, ni se ve escapatoria tolerable”.


Una novela que se antoja rica para todos aquellos que nos consideramos seguidores del fenómeno literario llamado Xavier Velasco.

La Revuelta y Montblanc.

La Revista Revuelta el pasado 1 de marzo del año que corre dio a conocer los resultados del Concurso Nacional de Creación Literaria Revuelta-Montblanc que se convocó en septiembre de 2006:
Los ganadores son:
En Poesía, Salvador Alejandro Lira Saucedo de Zacatecas, con Versos de Sal y Sangre. En Cuento, Pablo Piñero Stillmann de Huixquilucan, Estado de México, con El criadero. Y en Reseña crítica, Pascual Duarte de Orizaba, con Viaje a los límites del silencio.
Cabe recordar que este concurso estuvo abierto para premiar el trabajo hecho por jóvenes talentos literarios de entre 18 y 30 años.
El jurado estuvo compuesto por: Dr. Pedro Ángel Palou García, Mtro. Miguel Maldonado y Dr. Ignacio Padilla
La premiación tendrá lugar el 30 de mayo de 2007 en las instalaciones de la Universidad de las Américas Puebla. El premio consta de una pluma Montblanc, la publicación de los textos en la revista Revuelta así como los pagos de derecho de autor estipulados por la misma.