viernes, febrero 16, 2007

Introspección XXVII.

Embaucar. Ser tramposo como la Naturaleza, así es un escritor o debe serlo, según Nabokov. Tiene razón.
Enamórate del lenguaje, no te olvides de él. Palabras más, palabras menos, pero es la esencia de lo que me quería dar a entender Iván, mi maestro de Comunicación II. Ana Carolina, va por la misma vertiente: el lenguaje como arma para plasmar los sentimientos y hacer decible lo indecible. Escrito en su blog.
Quizá mi persona sea tramposa y se la viva embaucando a cuanto humano se deje. Tal vez mi personalidad es la de un poeta, o mi estilo de ser o vivir. Pero a lo mejor mis textos, sólo sean un intento.
A lo mejor debo morir y esperar otros renacimientos, para ser lo que aspiro.Silencio. Sólo callar y dejarme en manos de la nada es mi futuro inmediato. Mi presente es incierto

jueves, febrero 15, 2007

Sampedro habla de "Carne propia" de Miguel Maldonado

Diario Milenio-Puebla (15/02/07)
Paisajes de la Memoria
Juan Gerardo Sampedro

Como la carne propia, la poesía guarda silencio. Para Rafael Argullol la poesía está esencialmente vinculada al silencio. Incluso, dice, en un sentido anatómico. Escribe: “la poesía es un goteo verbal desde el silencio”. Y esto, lo dice, es importante porque el momento en el que nos movemos es el del vértigo del ruido.

He leído el libro de poesía La carne propia de Miguel Maldonado. Me queda el asombro y el silencio. En efecto: el silencio. Coeditado por Colibrí y la Universidad de las Américas-Puebla en su colección As de Oros (2006), La carne propia abre sus páginas con un referente a Jaime Sabines: “Vamos a ponernos diúrex/ en la boca/ y sólo vernos”. No es todo. Poesía del erotismo sigiloso: “Y cuando vuelven a vestirse/ siempre hay uno/ con los botones de la camisa chuecos/ en el que se desvía del cauce/ el que siempre piensa/ en abandonarlo todo.”

En esta colección As de Oros de Colibrí han publicado Rubén Bonifaz Nuño, Francisco Cervantes, Francisco Hernández, Gaspar Aguilera, Marco Antonio Campos y Vicente Quirarte, entre otros muchos poetas importantes. Lo hace ahora Miguel Maldonado con La carne propia.

Para Pedro Ángel Palou, en su poesía Maldonado “ha elegido escapar del lugar común desde las metáforas de la vida cotidiana, lo que hace este salto al vacío aún más arriesgado. Se ha retirado el paracaídas, ha visto el abismo y desea regresar a contárnoslo. El humor nos salva, parece repetirnos en cada una de sus páginas (…) Bitácora de una vida vivida para el amor, éste es sin duda uno de los libros de poesía más tristes que se han escrito en México. Y más lúcidos”.

Miguel Maldonado nació en Puebla en 1976. Es poeta, traductor y ensayista. Estudió ciencias políticas. Ha publicado Poesía magia corriente.

Cuando se va avanzando en la lectura de La carne propia se va dando cuenta uno de que poco a poco se adentra en la persona amada. Es por eso que este libro de Maldonado es un homenaje a Jaime Sabines, a la poesía, al silencio de la poesía solamente igualable al silencio que queda después del acto amoroso. El acto de amor, como la poesía, es –efectivamente– silencio.

Volviendo a Rafael Argullol: el nexo esencial de la poesía convierte en obsoletas las clasificaciones habituales sobre el tradicionalismo de un poema. Y agrega: “en esta condición la palabra va por el filo de la navaja: por un lado el absoluto, por el otro la nada”.

La poesía de Maldonado transita por una navaja que por un lado lleva la nada, el absoluto; y por el otro lleva el silencio del erotismo, la comunión de los cuerpos: el silencio que no puede romperse. Con Argullol: El silencio del origen. Poesía de la cotidianidad amorosa.

Los dejo frente a estos versos. Luego el silencio:

“No hay porqués/ no importan/ Los amorosos/ después de hacer el amor/ sudorosos sofocados/ sólo deberían saber/ que el lado de la almohada/ pegado al colchón/ es el más frío”.

Y el silencio.

martes, febrero 13, 2007

Mario Alberto Mejía y las netas acerca de Montiel Bonilla

La quinta columna de Mario Alberto Mejía
Diario Cambio (12/02/07)

El Simulador. El pasado sábado 10, un día después de la deplorable comparecencia de Alejandro Montiel ante el Congreso del Estado, fue unánime el tono de la reacción de la prensa local: El Heraldo: Bonilla evade a diputados.Síntesis: Evade secretario de cultura a diputados en comparecencia.Momento: El secretario de Cultura fue el mejor ejemplo de cómo evadir un tema.Intolerancia: Al comparecer ante el congreso el secretario de Cultura recibe duras críticas del perredista Rodolfo Huerta quien considera que la cultura no debe manejarse “prendiendo y apagando bombillas”.Milenio: Alejandro Montiel evade responder preguntas críticas.Hasta aquí las citas de los diarios.Resulta que Alejandro Montiel Bonilla intentó engañar al Congreso del Estado y a los medios de comunicación al negarse a responder puntualmente más de diez interesantes y fundamentadas preguntas que le fueron formuladas con toda claridad por los diputados. Bajo un ridículo y nada convincente disfraz de humildad y respeto, Montiel se dedicó a echar rollo durante casi cuatro horas intentando ocultar con la verborrea de su vocecita aflautada los grandes –tanto como la dimensión del estado- errores que han producido su incuria y omisión. La actitud crítica de los medios llegó a tal grado que algunos reporteros gráficos, mientras realizaban su labor en el área de las curules, portaron playeras con la acertadísima leyenda “Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla… ¿y la Cultura cuándo?”, despertando la simpatía de los que indignados presenciaban el descarado y ofensivo acto de simulación institucional de Alejandro Montiel, a excepción, obviamente, del grupo de cómplices que integran su equipo de trabajo,quienes al final festejaron con ademanes deportivos la evasiva estrategia de su jefe. Algunas de las preguntas formuladas por los diputados que no respondió Alejandro Montiel son las siguientes: ¿Cuál es el monto anual de aportaciones de la IP?¿Cuál es la razón por la cual no ha convocado a la conformación del Consejo Estatal de Cultura pese a que la Ley de Fomento Cultural lo ordena?¿De que manera se distribuye, programa por programa, el presupuesto anual de la Secretaria de Cultura?¿Por qué no existen los siete centros culturales regionales que prometió en su programa de trabajo?¿Por qué razón privatizó los derechos editoriales del libro “Las Calles de Puebla”? ¿Por qué abandonó el Festival Huey Atlixcayotl y dio un excesivo apoyo económico a los Premios Oye?¿Por qué desapareció la Orquesta Sinfónica de Puebla?¿Cuáles fueron las acciones culturales realizadas en los municipios de alta marginación?¿Por qué las actividades culturales se concentran únicamente en la ciudad de Puebla?¿Qué actividades realizan las Casas de Cultura distribuidas en el territorio estatal?Al negarse a responder las preguntas de los diputados, Montiel se está negando a informar a los ciudadanos sobre el trabajo que supuestamente realizó en el 2006. Y al tratar de engañar a sus impugnadores con su torpe bla, bla, bla, ofende a los ciudadanos a la que considera tontos o, en sus cultas palabras, como él mismo eructa en sus borracheras: “…pinches nacos pendejos, muertos de hambre”.Lo cierto es que actualmente Montiel y sus compinches tienen secuestrado el presupuesto en su beneficio particular y subutilizado el aparato cultural del Estado en perjuicio de los poblanos. Él y su corte no sólo son un obstáculo para el desarrollo integral de los poblanos, son también un peligro para el patrimonio cultural de Puebla. ¡Qué bonita comparecencia del lumpen cultural!Como dice el bolero: “Mientes, finges, toda tu vida es una gran actuación // Farsante, siempre has sido, serás, un torpe simulador”.En buena onda: que regrese el Charro Negro.

domingo, febrero 11, 2007

Saludos de Sampedro a Montiel Bonilla

De Juan Gerardo Sampedro para Montiel Bonilla y su eficaz desempeño en la Secretaría de Cultura. Esta foto fue tomada por el mismo Sampedro.

¡No está muerto, anda de parranda!


Montiel Bonilla, flamante Secretario de Cultura de Puebla, en Hawai buscando uno de los seis libros que editó.
¡Suerte!

Fotoreporteros exigen apoyos




“bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla… ¿Y la cultura cuándo?”



Paulo Yolatl / foto Rodolfo Pérez / Intolerancia / 11.2.7
En el recinto legislativo se registró una peculiar protesta en contra del secretario de Cultura, Alejandro Montiel Bonilla; en esta ocasión reporteros gráficos se manifestaron por la falta de apoyo. Y es que llegaron hasta el edifico parlamentario, justo en el momento que rendía su comparecencia el funcionario, portando una playera con la leyenda: “bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla… ¿Y la cultura cuándo?”. A este movimiento se sumaron los diputados del PAN como María de los Ángeles Gómez Cortés, quien subió a la tribuna para dejar en claro que la dependencia no ha fijado su mirada en este sector importante de la sociedad. Incluso, mostró un ensayo fotográfico donde reporteros de diversos estados se plasmaron con pancartas con la misma leyenda, hecho que causó polémica entre los diputados. Los compañeros Rafael Durán, de Intolerancia Diario y Joel Merino, del periódico Milenio, fueron quienes encabezaron el movimiento, mostraron las playeras al mismo tiempo que realizaban su trabajo periodístico; el secretario de Educación, Darío Carmona García —quien también compareció— fue uno de los muchos testigos de la protesta. Ambos reporteros gráficos coinciden en que desde hace muchos meses la Secretaría de Cultura apoya a un reducido número de fotógrafos que sólo se dedican a promover imágenes de “aguilitas y ballenas”. La protesta —aseguran algunas fuentes— será la última que reciba Alejandro Montiel Bonilla, ya que el funcionario marinista tiene sus días contados en la dependencia; lo peor del caso es que el sustituto también fue cortado con la misma tijera, es decir, mantendrá la misma línea: hacer de la cultura, un beneficio personal y de grupo. Los reporteros de las fuentes legislativa y cultural, presenciaron el hecho desde las galerías parlamentarias al tiempo de aplaudir el movimiento que desenmascaró al secretario de Cultura. Los fotógrafos trataron de ser intimidados por un “palero” de Alejandro Montiel Bonilla, ya que se les acercó en el patio central del edificio para encararlos y exponerles que esas no son las formas de quejarse. El personaje que dijo ser “gallero” de profesión, trató de provocarlos, pero su jugarreta no tuvo resultado, toda vez que los reporteros gráficos dejaron en claro que la libertad de expresión está garantizada en la Carta Magna. Alejandro Montiel Bonilla reconoció ante los diputados locales que el sector ha sido descuidado, por lo que se comprometió a realizar un proyecto en conjunto donde la diputada panista sea incluida. “Sus manifestaciones son completamente válidas, las aprecio mucho y por supuesto que hay una red nacional de fotógrafos que aquí se constata y que desde luego merece todo mi respeto y todo el apoyo de la Secretaría de Cultura”, concluyó.

Sampedro contra Montiel Bonilla (Parte 2)

Milenio Diario-Puebla (11/02/07)
Paisajes de la Memoria
Juan Gerardo Sampedro

Al no poder responder a los cuestionamientos de los diputados en su confusa y penosa comparecencia, Alejandro Montiel Bonilla mostró una vez más su incapacidad y trató de introducir un recurso muy de él, la distracción, respondiendo cosas que no iban al caso y mostrando orgulloso los libros que editó al vapor para salir del atolladero.

Su tiempo de respuestas los ocupó para repasar las páginas mostrándoselas a los diputados. Tres, para él, son un parteaguas aunque se trate de dos títulos facsimilares y uno más de autoría colectiva.

Explicó que contenido del libro Las niñas y los niños de Puebla es algo inédito en la historia de la región, ya que reúne la cultura étnica de Puebla. No conoce el secretario los tres tomos (esos sí resultado de una investigación sería) que se publicaron bajo la responsabilidad del Dr. Elio Masferrer Kan Etnografía del Estado de Puebla? Después habló del controvertido libro sobre Cholula por el que pagó millón y medio de pesos a Adriana Salinas de Gortari, propietaria de la editorial Azabache y luego siguió con un facsimilar de la Biblioteca Palafoxiana cuyo prólogo es del Arq. José Antonio Terán Bonilla, ten serio investigador, según Alejandro Montiel, que sobre él pesa una queja interpuesta por la familia de Santiago Sebastián y Mariano Monterrosa ya que en 1995 firmó, como si también fuera suyo, un libro sobre Iconografía del Arte del siglo XVI en México, editado por el gobierno del estado de Zacatecas.

Y sí, se defendió el arquitecto Terán: el tomó las pocas fotos que aparecen al final de la edición, lo que no lo hace partícipe de la investigación. Ésa es la muy seria referencia de Montiel Bonilla. Y más aún, Montiel no supo explicar el porqué aparece el copyright (lo que implica la sesión de derechos de autor, no hay vuelta de hoja) en la reedición de “Las Calles de Puebla”, de una empresa privada como LunArena. Total: comparecencia gris, como se lo dijeron los reporteros de la fuente, donde las interrogantes fueron evadidas y quedaron sin respuesta. Sólo estilo. Como decía el impreso de los colegas fotoperiodistas: “Bla, bla, bla, bla, y la Cultura cuando?”.

Al exponer que la cultura no es un tema prioritario en el país, ya que de ello no hablan los políticos, ¿quiso decir entonces que la cultura no es un tema prioritario del gobierno del estado de Puebla? Lo que ha quedado muy claro después de su comparecencia es que la cultura no es un tema prioritario para él mismo.