sábado, octubre 27, 2007

Victoria-eterna. (¿Cuento?)

Y estás sentando en medio del frío y de la nada, aunque realmente te encuentras en el pasillo que comunica a los cuartos de tu casa, algunos llenos de muebles, pero lucen más vacíos que una casa deshabitada, en los otros se encuentran tus padres y tu hermana, metidos cada uno en su mundo, el tuyo no interesa. Quizá por eso tu cuarto se encuentra al lado de la escalera, a tres pasos, nadie dobla a la derecha, sabiendo que el baño está a la izquierda subiendo las escaleras.
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En tu cuarto, ese tu pequeño mundo, te rodean tu silencio, tus fantasmas, tus recuerdos, tus encuentro amorosos, unos para olvidar, otros para atesorar como si fueran un libro proveniente de la mítica biblioteca de Alejandría, y en el último lugar de la enumeración se encuentra el cadáver disecado de tu primer amor, Victoria, era tan tuya, dulce, bella, erótica y juvenil, que no pudiste dejarla ir. Tenías que tenerla contigo para siempre.
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Victoria, antes de morir, te dijo: nunca te dejaré de amar, tú nunca me dejes ir. Cumpliste. La conservaste contigo, nadie por muy que fuera su padre o su madre, tenían derecho a tocarla, mucho menos a conservarla. Tus técnicas de disecación que aprendiste en la cacería de animales al lado de tu papá, te dieron algunas de las herramientas, las sobrantes te las iban a dar las lecturas sobre momificación practicadas por los Egipcios, si ellos pudieron siglos antes de que tu nacieras, tú podrías de la misma forma, te decías para tus adentros, cada que tomabas un ratón o una rata para practicar, si los médicos practican con éstos para curar enfermedades, es por algo, aseguraste. Victoria-disecada en tu cuarto es la culminación del empirismo y el amor.
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Luce bella como antes, sólo era cuestión de cortar delicadamente, sacar órganos cuidadosamente y volver a tejer, en el proceso había que echarle algunos condimentos de conservación, pero para que detallar. Sólo importa el producto del amor: Victoria- eterna en tu cuarto, para el deleite de tu amor incansable. Las vivas carecen de algo que sólo ella posee: la belleza eterna.
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Victoria ocupa el lugar creado por tu madre para una cama que debería estar debajo de la tuya, sobre una tabla con rueditas que hará que dicha salga cuando invites a algún amigo a dormir, pero hace mucho dejaste de tener amigos, sólo importaba el proyecto de Victoria-siempre viva.
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Victoria siempre tendrá una sonrisa para ti o un abrazo cuando se lo pidas, aunque necesite un poco de tu ayuda, ya encontrarás después el método para hacer que Victoria haga caso a tus peticiones, quizá la Inteligencia Artificial te pueda ser de utilidad, luego lo averiguarás. Mientras, esperas hacer que Victoria, siempre bella, haga caso a tu petición invernal: hazme el amor, como si estuvieras viva.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

que puedo decir mi estimado Fello, cada dia me asombras...

Sandra Becerril dijo...

Me gustó, definitivamente...

besos

Verena Sánchez Doering dijo...

querido amigo
hay amores que no se olvidan nunca, el cuento me encanto
mucho tiempo si saber de ti, que bueno que estes bien y estes escribiendo tan lindo
gracias por tus saludos y tu compañia
te dejo muchos cariños y que estes muy bien
una linda semana, besitos

besos y sueños

Clarice Baricco dijo...

...y la Victoria está en tus letras. Sentido.

Ya recibí tu texto,gracias.

Besos chico.

Anónimo dijo...

Emmmmhhhh... pues mi comentario no tiene nada que ver con tu cuento, que me parece una loquera bien chida, pero tenía que presumirte...

Adivina quien fue a ver Dos pájaros de un tiro???

Seeeeee

Ah, y mi hojaldra???

Saludos