Ayer en la tarde por vía de una entrañable amiga, me enteré que Marko Castillo había muerto víctima del cáncer.
Quizá de él no tengo mucho que decir, pues mi trato no fue muy constante, pero el tiempo que logré compartir con él, fue grandioso. Siempre un humano crítico y centrado. Nunca le conocí problema alguno con los tantos grupos culturales existentes en Puebla.
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Cercano a gente como mi maestro y poeta Enrique de Jesús Pimentel y fue gracias al taller de poesía que éste impartía, donde pude conocerlo y compartir con él un salón en la Casa del Escritor cada sábado al medio día.
Ha muerto un grande, pero estoy seguro que su gran pasión por el Teatro seguirá más viva que antes.
Salud, dónde quiera que esté!
---Nota: Intolerancia Diario (04/08/07)
Hoy comienza la leyenda de Marko Castillo
El actor, director y dramaturgo poblano falleció la noche del jueves víctima del cáncer
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Federico Vite / Foto Archivo Intolerancia
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En la capilla 3 de los velatorios Cristo Rey hay un ataúd gris custodiado por una decena de arreglos florales; sobre la superficie de metal del féretro reposan dos máscaras de madera que simbolizan el teatro; una de ellas, con un rictus, evidencia pesadumbre; la otra es la imagen clásica de la tranquilidad. Dentro del catafalco yace Marko Castillo, dramaturgo y director de escena, quien trae puesto el último vestuario que utilizó como actor en la obra El tribunal del demonio, donde caracterizaba al obispo Juan de Palafox y Mendoza. Son las 15:22 horas del viernes 3 de agosto, los ahí reunidos (reporteros, gente de teatro, escritores y amigos) ovacionan de pie a Marko. Se oyen las porras y los hombres de camisas blancas y corbata negra se encargan de acomodar el ataúd para llevarlo directo al crematorio. Un minuto de aplausos, matizado por la desazón en la mirada de quienes despiden a Castillo, quien durante 35 años ejerciera el teatro en Puebla.
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Su último estreno
A las 23:50 horas del jueves pasado, Marko murió en su casa, ubicada en la calle Morelos, esquina avenida Margaritas. La causa de esta muerte: cáncer. Veinticuatro horas después que se presentará Acá de este lado, último montaje en la carrera de Marko Castillo, quizá vaticinado por el crítico teatral Fernando de Ita, quien el miércoles pasado comentó en el Teatro de la Ciudad: “por desgracia, éste no es un estreno más en la fructífera carrera de Marko Castillo; es quizá su último estreno. Hace unos años la muerte estuvo a punto de bajarle el telón definitivo, pero Marko logró burlar ese designio. Desde entonces se llamó a sí mismo ‘el sobreviviente’ y como tal emprendió con Amancio Horta una nueva aventura: Teatrofilia, una entidad desde la que sigue luchando por alcanzar lo imposible: la profesionalización del teatro en Puebla. Como Moliere, Marko quiere morir en el lugar de sus sueños, de sus deseos, de su dicha y sus pesares; quiere morir en el espacio que le ha permitido reinventar el mundo para hacerlo un lugar más habitable, más tolerante, menos hipócrita. En ese afán ha despertado adiciones y animosidades, aunque somos muchos más quienes lo queremos y admiramos por toda una vida entregada al teatro. Hoy comienza la leyenda de Marko Castillo”.
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Mi casa, un centro de investigación teatral
Y el viernes por la tarde, la gente veía con nostalgia y tristeza el féretro, se oían decenas de anécdotas. Había tiempo para el humor. Cuentan que en días pasados, el también dramaturgo y director de escena Víctor Puebla, quien falleció el sábado 21 de julio, se reunió con Marko en la ciudad de México. Bromeando, acerca del estado de salud de ambos, apostaron para ver quién de los dos moría primero. Víctor sugirió que quien ganara regresaría por el otro. Dos hombres que trabajaron juntos durante mucho tiempo, amigos a final de cuentas, dejaron este mundo, siguiendo las reglas de su apuesta. En menos de quince días, dos de los integrantes del grupo de teatro Salvador Novo fallecieron. Ricardo Pérez Quitt, es quien se mantiene vivo. Una de las últimas voluntades de Castillo es que se continúe el trabajo realizado con Teatrofilia y, sobre todo, que su casa se convierta en un Centro de Investigación Teatral. Así se lo hizo saber a sus allegados durante una reunión realizada el sábado 28 de julio, convocada por el propio Castillo a manera de despedida. “Prefiero una fiesta que un velorio”, dijo entonces a quienes acudieron al llamado, con el sentido del humor que lo caracterizó hasta el último momento. Su última presentación en el escenario fue la tarde del viernes, en el Teatro de la Ciudad. Dentro de una urna de mármol, sus cenizas permanecieron en el recinto para que sus compañeros del gremio teatral y amigos se despidieran de quien es considerado uno de los pilares del teatro poblano.
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Trabajar desde provincia
“Hay que trabajar desde la ciudad en que uno vive, si no nunca vamos a crecer, si todos nos fuéramos al DF, pues no contribuimos al crecimiento del teatro en Puebla”, comentó Castillo en una entrevista publicada en este diario el año pasado, tras el estreno de Pecados mortales, obra que le dio el premio al mejor director en la Muestra Estatal de Teatro. Dirigió más de 30 obras, algunas de ellas son La apassionatta de Héctor Azar; El maleficio de la mariposa de Federico García Lorca; Voces en el umbral de Víctor Hugo Rascón Banda; El monje de Juan Tovar; Medea de Jean Anouilh; Tan renegada pero tan conforme de Pita Amor; Aquí no paga nadie de Darío Fo; Aquí la ilusión se paga con la vida de Elena Garro; Las adoraciones de Juan Tovar; Deseos de Ricardo Pérez Quitt; La poblanía de los Ángeles de Marko Castillo y Víctor Puebla; Esperadoras de Marko Castillo; Me tocó nacer aquí, sketch político de Marko Castillo; y De acá, de este lado de Guillermo Alanís, con la Compañía de Teatro del IMACP, que se estrenó el miércoles pasado en el Teatro de la Ciudad. Y actuó en más de cien obras. Fue director del ensamble de solistas de Ópera in Tempore; también, maestro del grupo de Teatro de Cantantes de Ópera; Socio de la empresa Creactives dedicada a proyectos culturales; director de Teatro Didáctico de Pro-Mujer de la Secretaría de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Puebla; director de la Compañía de Teatro de jubilados del Museo Nacional de los Ferrocarriles y tutor de los proyectos de Teatro Foescap 2006; actor de la Compañía de Teatro del estado de Puebla, columnista de La jornada de Oriente, director de la Compañía de Teatro Independiente Teatrofilia AC y director de la Compañía del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla.
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Nota: E-consulta
Muere el director de teatro Marko Castillo
Por Juan Pablo Proal
El director de teatro Marco Antonio Morales Castillo (mejor conocido como Marko Castillo) cerró el telón de su vida a la una y media de la madrugada de este viernes, víctima del cáncer. Sus restos serán cremados a las 15 horas en la funeraria Cristo Rey, ubicada frente al Panteón Municipal.
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Marko Castillo debutó en 1972. A lo largo de 35 años dirigió más de 100 obras, escribió cuatro y adaptó 12. Fundó su propia compañía independiente, "Teatrofilia", desde donde inició el proyecto "La Cloaca", presentando puestas en escena en una vecindad de Los Sapos.
Marko Castillo debutó en 1972. A lo largo de 35 años dirigió más de 100 obras, escribió cuatro y adaptó 12. Fundó su propia compañía independiente, "Teatrofilia", desde donde inició el proyecto "La Cloaca", presentando puestas en escena en una vecindad de Los Sapos.
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Todavía en abril pasado el artista concedió una entrevista a e-consulta, donde, como era su costumbre, criticó la ausencia de espacios independientes y alternos a la cultura oficial.
Todavía en abril pasado el artista concedió una entrevista a e-consulta, donde, como era su costumbre, criticó la ausencia de espacios independientes y alternos a la cultura oficial.
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Una noche de ese mes, Castillo abrió las puertas de su casa --ubicada en las inmediaciones de las avenidas Margaritas e Independencia--, a este medio, ofreciendo un té caliente de hierbabuena y una prolongada charla de más de tres horas. Se le veía apacible y confiaba en vencer a su enfermedad, o al menos eso decían sus palabras y reflejaba su estado de ánimo.
Una noche de ese mes, Castillo abrió las puertas de su casa --ubicada en las inmediaciones de las avenidas Margaritas e Independencia--, a este medio, ofreciendo un té caliente de hierbabuena y una prolongada charla de más de tres horas. Se le veía apacible y confiaba en vencer a su enfermedad, o al menos eso decían sus palabras y reflejaba su estado de ánimo.
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A continuación se reproduce el contenido de esa entrevista:
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En tan sólo medio siglo, el teatro de Puebla transmutó de ser una de las vanguardias histriónicas del país, a un "raquítico" espasmo cultural. Así define Marco Antonio Morales Castillo (conocido en el ámbito artístico como Marko Castillo) la evolución de las puestas en escena en la entidad.
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A principios de la década de los cincuenta –enfatiza el director con 35 años de trayectoria— la vida teatral de Puebla se caracterizaba por un dinamismo plasmado en los barrios y en las compañías de teatro independiente. En una etapa posterior, el arte escénico estuvo íntimamente ligado a las políticas culturales, así como a las puestas en escena organizadas por el propio estado.
Ahora –lamenta—la agenda teatral "está totalmente raquítica: no hay opción de teatro local".
A principios de la década de los cincuenta –enfatiza el director con 35 años de trayectoria— la vida teatral de Puebla se caracterizaba por un dinamismo plasmado en los barrios y en las compañías de teatro independiente. En una etapa posterior, el arte escénico estuvo íntimamente ligado a las políticas culturales, así como a las puestas en escena organizadas por el propio estado.
Ahora –lamenta—la agenda teatral "está totalmente raquítica: no hay opción de teatro local".
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Marko Castillo debutó en 1972. Desde esa fecha ha dirigido 100 obras, escrito cuatro y adaptado 12. Actualmente encabeza la compañía alternativa "Teatrofilia". Con manotazos y expresiones histriónicas que evidencian su natural preferencia por el teatro, el director recuerda en entrevista los episodios más significativos de este arte en la entidad.
Marko Castillo debutó en 1972. Desde esa fecha ha dirigido 100 obras, escrito cuatro y adaptado 12. Actualmente encabeza la compañía alternativa "Teatrofilia". Con manotazos y expresiones histriónicas que evidencian su natural preferencia por el teatro, el director recuerda en entrevista los episodios más significativos de este arte en la entidad.
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A su juicio, uno de los pilares del movimiento teatral de Puebla fue Ignacio Ibarra Mazari, quien, a mediados de la década de los cincuenta, por medio de la Compañía de Teatro Universitaria, introdujo obras de directores de vanguardia, entre ellas a Blanchett o Coward.
A su juicio, uno de los pilares del movimiento teatral de Puebla fue Ignacio Ibarra Mazari, quien, a mediados de la década de los cincuenta, por medio de la Compañía de Teatro Universitaria, introdujo obras de directores de vanguardia, entre ellas a Blanchett o Coward.
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Por esas mismas fechas –recuerda Castillo-- tuvo su apogeo el movimiento de los "teatros de los barrios", caracterizado por su dinamismo y su carácter amateur. Los grupos que integraban esta corriente competían anualmente en el Concurso Municipal de Teatro.
Por esas mismas fechas –recuerda Castillo-- tuvo su apogeo el movimiento de los "teatros de los barrios", caracterizado por su dinamismo y su carácter amateur. Los grupos que integraban esta corriente competían anualmente en el Concurso Municipal de Teatro.
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Este periodo del teatro poblano concluye a principios de la década de los setenta, con la instalación de escuelas dedicadas a la enseñanza de la puesta en escena, considera el director de "Teatrofilia". Así inicia otra etapa, con las instalaciones del Espacio 1900 (de Manuel Reigadas) y la Escuela de Arte Teatral.
Este periodo del teatro poblano concluye a principios de la década de los setenta, con la instalación de escuelas dedicadas a la enseñanza de la puesta en escena, considera el director de "Teatrofilia". Así inicia otra etapa, con las instalaciones del Espacio 1900 (de Manuel Reigadas) y la Escuela de Arte Teatral.
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La llegada de las escuelas de teatro coincide con la apertura de la Casa de la Cultura en Puebla (1972) y la incorporación de grupos independientes como "1,2,3,4,5 y Teatro" que comenzaban su carrera ensayando en el patio del recinto.
La llegada de las escuelas de teatro coincide con la apertura de la Casa de la Cultura en Puebla (1972) y la incorporación de grupos independientes como "1,2,3,4,5 y Teatro" que comenzaban su carrera ensayando en el patio del recinto.
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"Nosotros ensayábamos a cambio de que cada mes y medio teníamos que estrenar una obra. Como grupo de teatro independiente nos teníamos que ganar el espacio", recuerda.
"Nosotros ensayábamos a cambio de que cada mes y medio teníamos que estrenar una obra. Como grupo de teatro independiente nos teníamos que ganar el espacio", recuerda.
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El "boom institucional"
La llegada de Héctor Azar a la Secretaría de Cultura (1992) marcó un parte aguas en la relación de los teatreros con el estado, sostiene Castillo:
"Digamos con Héctor Azar empezó todo el ‘boom institucional y gubernamental’. Azar crea la primera versión de la Compañía de teatro estatal, en 1995, y nos llaman a cinco directores para que nos den, con la misma producción, una serie de obras, nos pusieron a competir.
La llegada de Héctor Azar a la Secretaría de Cultura (1992) marcó un parte aguas en la relación de los teatreros con el estado, sostiene Castillo:
"Digamos con Héctor Azar empezó todo el ‘boom institucional y gubernamental’. Azar crea la primera versión de la Compañía de teatro estatal, en 1995, y nos llaman a cinco directores para que nos den, con la misma producción, una serie de obras, nos pusieron a competir.
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"Fue la primera vez que a los actores se les pagaba un sueldo por función, entonces se empieza a crear toda esta infraestructura gubernamental dentro del teatro; aunque, por otra parte, con Héctor Azar se empieza a perder el ‘boom del teatro independiente’".
"Fue la primera vez que a los actores se les pagaba un sueldo por función, entonces se empieza a crear toda esta infraestructura gubernamental dentro del teatro; aunque, por otra parte, con Héctor Azar se empieza a perder el ‘boom del teatro independiente’".
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Durante ese sexenio se presentaron 13 obras y se instauró el "miércoles de la búsqueda teatral", que no era otra cosa sino un espacio de producción para nuevos directores, explica el artista.
Durante ese sexenio se presentaron 13 obras y se instauró el "miércoles de la búsqueda teatral", que no era otra cosa sino un espacio de producción para nuevos directores, explica el artista.
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Con el relevo institucional y el arribo de Pedro Ángel Palou a la SC, el teatro se concentra en la presentación de obras clásicas, como Romeo y Julieta, las Troyanas o Fuenteovejuna. Esta época es considerada por Castillo como la segunda etapa de la Compañía de Teatro del Estado:
"La compañía de teatro del estado de repente se volvió una compañía de teatro clásico. Los artistas empiezan a entrar a la compañía por una necesidad. Por otro lado se empezaron a montar sólo obras clásicas.
Con el relevo institucional y el arribo de Pedro Ángel Palou a la SC, el teatro se concentra en la presentación de obras clásicas, como Romeo y Julieta, las Troyanas o Fuenteovejuna. Esta época es considerada por Castillo como la segunda etapa de la Compañía de Teatro del Estado:
"La compañía de teatro del estado de repente se volvió una compañía de teatro clásico. Los artistas empiezan a entrar a la compañía por una necesidad. Por otro lado se empezaron a montar sólo obras clásicas.
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"Los montajes que se hacían eran de teatro de museo, tradicional. Para Puebla creo que fue una oportunidad única de ver teatro griego, tanto para el público, como para nosotros. Fue una etapa muy desmeritada, pero era una oportunidad única, nunca vamos a volver a hacer teatro griego montado así, con todas las de la ley".
"Los montajes que se hacían eran de teatro de museo, tradicional. Para Puebla creo que fue una oportunidad única de ver teatro griego, tanto para el público, como para nosotros. Fue una etapa muy desmeritada, pero era una oportunidad única, nunca vamos a volver a hacer teatro griego montado así, con todas las de la ley".
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¿Cuál es su diagnóstico del teatro dentro del actual sexenio?
¿Cuál es su diagnóstico del teatro dentro del actual sexenio?
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La cartelera está totalmente raquítica. No hay opción de teatro local.
La cartelera está totalmente raquítica. No hay opción de teatro local.
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¿Podríamos decir que el teatro vive un marasmo?
¿Podríamos decir que el teatro vive un marasmo?
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En lo que va del sexenio todavía no salen los proyectos que pueden sustentar un movimiento teatral.
En lo que va del sexenio todavía no salen los proyectos que pueden sustentar un movimiento teatral.
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