domingo, junio 03, 2007

Introspección LX.

Al mismo tiempo que Edna le resume a Roberto su vida y a modo de ficha biográfica, piensa acerca de su última relación con Juan, al que recuerda por ser el primer hombre en su vida al cual le entrego su virginidad física y mental, creyó que era amor mutuo el que sentía, le llevo años, ponerle a nombre a esa sensación que la hizo recibir en su vagina cubierta por un vello casi ausente a la experimentada verga de Juan, la cual ya había conocido por lo menos distinto tipo de puchas como las solía nombrar cuando con Gerardo y Pedro, sus cuates, veían las revistas Playboy en el baño de su casa y observaban como su pito se les ponía erecto de tal forma que sentían que ya no cabía en el pantalón y era el momento en el cual cerraban la revista pues creían haber experimentado su primera masturbación; entonces tenían trece años de edad. Este ejercicio lo practicaban todos los miércoles antes de salir a jugar fútbol al parque, mientras la madre de Juan salía a la tienda a comprar las tortillas para la hora de comer.

1 comentario:

Ana Corvera dijo...

me gusta este tipo de literatura entre tus manos. fluye, es ligera y al mismo tiempo fuerte. un abrazote