martes, mayo 01, 2007

Introspección LIX.

Siempre has sido a lo largo de tu historia amorosa, el que está al final del camino. Estás acostumbrado a ser el faro, el puerto de seguridad, el ancla, siempre el último recurso cuando el capitán, en tu caso, la capitana no saber para dónde seguir el camino.
Hasta hace unos días estabas acostumbrado a ser el tesoro escondido en alguna isla paradisíaca. Hasta hace unos días, todo era normal y estaba bajo tu control.
Jamás aprendiste a bucear, mucho menos sabes el significado que conlleva la unión de buscar/encontrar. Sin embargo, hoy tienes que aprender a bucear, porque en el fondo del mar se encuentra un submarino que desea ser descubierto, tiene secretos que contarle a la humanidad. El mapa te llego por azares a tu mano, sólo queda descifrar las claves para poder abrir la puerta que te llevará a su interior. La curiosidad y la necesidad de descubrir qué esconde dicha embarcación te ha robado el sueño y la comida la ha ahuyentado.¡Que extraño es estar en la posición de búsqueda y descifrador!, te dices al mismo tiempo que miras al fondo del mar y agarras valor para aventarte con riesgo de encontrar la muerte. Más vale morir de amor que esperándolo, porque pueda que Silvio Rodríguez tenga razón y el corazón se haga viejo y empolve todo sentimiento

2 comentarios:

Verena Sánchez Doering dijo...

esta muy lindo, pero deja melancolia
las historias de amor de hacen de a dos, se viven y se sienten
cada uno es un tesoro maravilloso, hasta que algo deja a la deriva y uno queda sola y se pierde el camino
siempre de una historia de amor, quedan sueños que no lograron terminar, sera porque los caminos que a vecs tomamos son los equivocados
besitos y que la semana siga linda, un abrazo muy grande


besos y sueños

Ana Corvera dijo...

yo creo que Silvio tiene razón. Aquí lo dificil es saber el lado del que tenemos que estar a veces, de barco, de navegante, de marea, de luna... un besote mi querido Alfredo.