lunes, marzo 12, 2007

¡Fuera Montiel Bonilla, Fuera!

La quinta columna (Diario Cambio 12/03/07)
Mario Alberto Mejía

El Mediocre (Homenaje Poblano a José Ingenieros). Carece de la grandeza (no podía ser de otra manera, ya que es físicamente imposible), pero tiene la insidiosa persistencia cancerígena de la mediocridad.
Por eso.
La permanencia en el cargo de secretario de cultura de Alejandro Montiel Bonilla no sólo es un agravio para la comunidad académica y cultural de Puebla, sino también para la del País, porque su patética mala fama ha trascendido las fronteras del estado: su mediocre personalidad es, en demérito de los poblanos, conocida por las autoridades del CONACULTA y por los titulares de las dependencias culturales de los estados que convivieron con él en las reuniones nacionales de cultura. No hay funcionario cultural, federal, estatal o municipal, que tome en serio a Montiel. Vamos, ni sus subordinados, ni los miembros de su equipo de servidumbre. Tan pronto escuchan su nombre surgen la burlas, los chistes y los comentarios mordaces sobre sus mentiras y disparates, y sobre ciertos hábitos y costumbres de su vida sexual de oficina que, gracias a su propia torpeza, es tan pública como el diario oficial. Estos meses han servido para concluir que, en un sentido estrictamente laboral, es técnicamente insostenible su permanencia en el gabinete, por su falta de competencias laborales para desempeñar el cargo: hoy en día la secretaría de cultura sólo existe en el primer cuadro de la ciudad de Puebla. Por ejemplo, es un escándalo que la Dirección de Cultura del ayuntamiento de Tehuacan sea capaz de organizar un festival de mayor calidad que el FIP de la Secretaria de Cultura del gobierno del estado. Sin embargo, hay otra dimensión del asunto: su permanencia en la primera oficina de la dependencia cultural no sólo es una afrenta para la historia cultural de Puebla, también es peligrosa electoralmente para el PRI. Recordemos que con la política cultural del estado sucedía lo que, en otro tiempo, pasaba con la política exterior de México: era el espacio natural de la inteligencia, de la ilustración, del cultivo de lo mejor de las tradiciones políticas y culturales. Para tener idea de la magnitud del deterioro de la política cultural del gobierno simplemente hay que evocar los nombres de algunos secretarios de Cultura de Puebla (Palou Pérez, Castro Morales, Azar Barbar, Palou García) y compararlos con el de Montiel Bonilla. La perspectiva que surgirá de este ejercicio será una referencia para entender el desastre cultural que vive Puebla en un año electoral. Es innegable que la presencia de Montiel en el gobierno restará votos al PRI en una elección crucial. Veamos: si en la secretaría de Cultura hay 600 trabajadores y cada uno de ellos pertenece a un núcleo familiar que en promedio cuenta con 5 elementos, tenemos entonces 3 mil personas. Si de estas el 10 por ciento son menores de edad nos quedan 2 mil 700 potenciales electores. Conservadoramente, dupliquemos la cifra agregando conocidos y amigos de la familia: 5400 electores. A este número, sumemos a los miembros de la comunidad artística y cultural, la fuente periodística, los académicos, los universitarios y los ciudadanos que alguna vez han leído alguna de las centenas de notas periodísticas que han informado y/o comentado los errores y torpezas del señor Montiel. ¿Cuál sería la cifra que obtendríamos? Pensemos en 5 mil que sumados a los anteriores nos darían, entonces, diez mil votos. ¿Estará dispuesto el PRI a perder 10 mil votos que podrían definir más de una diputación en las próximas elecciones sólo por mantener en el cargo de secretario de Cultura a un inepto que ni siquiera paga sus cuotas al partido? Sin duda, amplios sectores sociales con cierto nivel de educación y de influencia en la vida social y cultural de Puebla dejarán de votar por el PRI si Montiel permanece en el cargo. Porque, simplemente, Montiel no pertenece a ese sector. Es un advenedizo sin liderazgo ni influencia alguna en el mundo cultural, al que, muy lejos de servirlo, ha ofendido con sus recurrentes actos de altanería, vulgaridad e ignorancia. Montiel es ahora un hombre sitiado que apuesta a la falta de memoria del público, que confía en que sus muchos errores y descuidos se olvidarán de repente, que espera, reza en la iglesia de Xonaca, porque el gobernador deje de preguntarle sobre ciertos asuntos sobre los cuales simplemente no tiene respuestas satisfactorias. Es un cripto-secretario que se esconde de la prensa, de los ciudadanos e incluso de su estructura formal de trabajo, ya que a él sólo acceden sus íntimos. Montiel ha dejado de asistir a actos públicos y prácticamente ha desaparecido de los diarios locales y de la vida cultural de Puebla: no asiste a nada, no organiza nada, no participa en nada. Ha optado por la “estrategia” de la invisibilidad y de la inactividad. Sencillamente, no hace algo. Es un vacío institucional que otros están ocupando ya. Montiel deja pasar los días sumido en un estado de postración mental que, ante los pocos que hablan con él, trata de disfrazar de gran seguridad en sus acciones y hasta de entusiasmo ante el futuro. Pero no. La verdad es que está paralizado por el temor de perder el dinero que ahora tiene. Han pasado ya tres meses del 2007 y no ha presentado ante la opinión pública sus proyectos para este año.

Tampoco ha hecho un balance del (catastrófico) 2006. Durante este breve 2007 prácticamente ha metido la pata cada vez que sale ante el público, tal vez por eso ha optado por el ocultamiento. He aquí una incompleta lista de sus recientes incapacidades, errores y negligencias: La vergonzosa comparecencia ante el congreso del estado en la que no pudo contestar las preguntas de los diputados. El enredo de corretiza y pastelazo de los seis libros que supuestamente publicó en el 2006 El criminal abandono en que se encuentran los libros de biblioteca Tolá de Habich, arrumbados en una bodega húmeda en cajas de huevo. El desprecio étnico, el racismo pues, que le llevó a presentar el polémico y carísimo libro La Pirámide de Cholula en el Museo Amparo, en donde por cierto ya solicitó empleo por si las dudas, y no en Cholula, como debía ser. La delictuosa cesión de los derechos editoriales de los libros Las Calles de Puebla a una empresa privada El desmantelamiento de la sala Erasto Cortés y el ataque a su obra que ha sido almacenada en las temibles cajas de huevo que utiliza Montiel para perpetrar sus delitos culturales. La amañada y tramposa asignación de las becas del FOESCAP a sus cuates y proveedores. Si algo hay que admirar del lastimero secretario de cultura que padecemos es su inagotable capacidad para el ridículo, para la exhibición de sus penosas limitaciones educativas e intelectuales. No hay que olvidar que su único libro publicado fue revisado y corregido exhaustivamente por un hombre talentoso cuya amistad, por cierto, ha traicionado vilmente. Porque Montiel no es más que un lumpen perfumadito y adinerado con graves problemas de incontinencia verbal. Un mitomaníaco sentado en una silla que no le corresponde. No hay que olvidar que Montiel sólo es un pícaro al que valiéndole madres todo se fue de mochila a Europa al reventón lumpen: Portugal (¿?); Madrid y París (edificios miserables de promiscuos apartamentos sin servicios). No hay que olvidar que sólo es un ambicioso sin escrúpulos y sin luces que, a su regreso del viajecito de desmadres y excesos, se inventó una estancia académica plena de condecoraciones, honores y nobles torres medievales rescatadas de la herrumbre del tiempo, pensando, como todavía hoy lo hace, que los poblanos son ignorantes. Pero, como dijo el otro clásico: ¡Qué viva el mole de guajolote!

+++Un Mail Ad Hoc. Un lector nos envió las siguientes líneas. “Dicen las malas lenguas que nuestro talentosísimo subsecretario de Cultura, Gerardo Ramos Brito, anda por las Europas. Que desde las Galias dirige el cascarón de Secretaría en Puebla. Vaya, es de entender que el pobre Gèrar debe estar hartísimo de las decisiones del secretario Alexander Von Montiel Bonilla, y por eso se va a dar sus paseítos por las Europas. Pero la pregunta es: ¿A costa de quién? De nosotros? ¿Del erario? ¿O es que sus cuadritos dan pa`tanto?“También dicen que Ramos Brito va a asumir en unos días la Secretaría que deja Montiel, pero que ya les dijo que se esperen, que mientras anda muy quitado de la pena y que no lo estén chingando. Que les da el sí hasta que vuelva y hasta que se le hinchen...”

No hay comentarios.: