jueves, febrero 08, 2007

Sampedro contra Montiel Bonilla

Diario Milenio-Puebla

Paisajes de la Memoria (08/02/07)
Juan Gerardo Sampedro

Mañana, 9 de febrero, se presenta ante la LVI Legislatura el ya conocido por muchos como el Trepador Secretario Alejandro Montiel Bonilla: un hombre que no podría estar más ajeno a lo que sin recato alguno continúa –según él– dirigiendo: la cultura. Se presenta en medio de una fuerte crisis de credibilidad, sin haber podido negociar los suficientes recursos financieros para el área, sin proyectos, sin liderazgo y, lo que es peor y más grave, con un profundo distanciamiento hacia su propio equipo de trabajo. Una grave crisis que nunca se había vivido en la Secretaría de Cultura. Y si no, habrá que recapitular y pensar en los “grandes logros” que le dejó el 2006: un Festival Internacional fallido, sin público, cuyo programa original no fue respetado; una biblioteca Tola de Habich en cajas de cartón; unos talleres de iniciación artística sin conducción; un Departamento de Recursos Humanos en manos de la ineptitud; un abandono terrible de la Casa del Escritor; una Biblioteca Palafoxiana a cargo de sus incondicionales, quienes deciden a quién y cómo se proporciona el material para los investigadores poblanos; y un comportamiento de desprecio hacia todo lo que se mueve por ahí y que se pueda incluir en la cultura. Habrá que pedirle su opinión a la comunidad de pintores, músicos y escritores, a quienes llamó al inició de su errática administración para prometerles el oro y el moro. ¿Qué va a decir el aún secretario de Cultura? ¿Volverá a las mentiras que declaró ayer a un diario local? Dijo ayer, por ejemplo, que la cultura política “debe basarse en la sociedad civil”. ¿Lo piensa en serio? Sociedad civil? En sus palabras me suena a discurso hueco. Apuesta a la eficiencia con gastos mínimos. Ahí está ya su “eficiencia” y sus gastos mínimos: la edición de un millonario libro impreso por la editorial Azabache. ¿Ha tomado en cuenta a los responsables de sus áreas? Como dice el Pirruris Luis de Alba: ¡Para nada!, al contrario: les ha quitado funciones. La Biblioteca Palafoxiana peligra mientras decidan las cosas esos inexpertos que andan por ahí. ¿En dónde están los veinte libros que están por presentarse? Que no vaya tan lejos, que presente los seis que aseguró tener impresos. ¿Y cómo va a distribuir “Las calles de Puebla” entre los taxistas? ¿A través de la iniciativa privada? Lo bueno que sólo es un sueño muy de él. Y habla del libro de Cholula, en el cual sus colaboradores no metieron mano: una edición en la que se invirtió la misma cantidad, si no me equivoco, que la que pudo invertirse en los cacareados veinte libros que piensa presentar durante el año.

El secretario insiste en la participación de la Sociedad Civil que se organiza. Ahora (como todo Trepador) echa mano de un recurso que no sabe ni cómo funciona ni lo complicado que resulta. ¿La Sociedad Civil no tiene otras prioridades? Hueco discurso: la realidad sigue guardada en cajas de huevo y en la falta de proyectos. Y sí: Roberto Martínez Garcilazo tiene un excelente perfil, pero fue desplazado de la página legal de “Las calles de Puebla”. ¿O no? Las nuevas generaciones le dan resultados: ahí están. Total: declaraciones huecas con las que trata de encubrir su incapacidad, como si fuéramos tontos. Y ojalá para bien de la cultura, ésta sea la última de sus comparecencias. En eso tiene razón. Ojalá, antes de que acabe con todo.

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