martes, enero 02, 2007

Introspección XXI.

Por supuesto que faltan muchas preguntas y quizá pocas tengan respuestas, pero querer saber y querer pensar es equivalente a estar verdaderamente vivo
Salmo 90. David.

Es el segundo día del primer mes del nuevo año 2007. La ETA rompió el pacto con Zapatero en España. Calderón lanza el plan de seguridad en la zona norte de México, para combatir el narcotráfico, se dice que, ahora todo México es territorio del narco; Oaxaca sigue en conflicto; los pueblos de Chiapas y algunos otros pueblos indígenas siguen padeciendo la mal estructuración de planes de desarrollo en México; los mineros muertos en Conchos, están siendo rescatados; el PRI analiza una reestructuración y hasta el cambio de nombre. Y mientras, yo, acá sentado, escribiendo.
Ayer, discutía, con alguna amiga muy entrañable, temas como el equilibrio entre el bien y el mal, que si la gente entendía eso, seríamos felices. Que el bien y el mal, pueden convivir sanamente y en paz, etc. Es de esas platicas que a veces, es mejor evitar, o acabas peleado, confundido o contradiciéndote. Y al final, quedas como al principio o peor, con más dudas sin resolver.
Últimamente, he estado hablando de la búsqueda del ser superior, la fuerza creadora, la fe, el Dios, el Señor, el Todopoderoso, como gusten ustedes llamarle. Nietzsche ha sido mi primer paso para cuestionar algunos asuntos referentes a ellos, aún no acabo. Saramago a través de su Evangelio según Jesucristo, ha sido el otro referente cuestionador y las dudas propias, me faltan más vertientes y corrientes, pero estoy iniciando. Escribo todo esto, para intentar comprender, aunque parezcan meras confusiones sin fin.
Saramago en uno sus párrafos en el que escribe sobre un posible conversación entre Dios y Jesús, pone que aquel que anda en la búsqueda de este, que quizá no cree o pertenece a alguna religión, en este caso la católica, también tiene a Dios. No sé, puede que tenga razón o no. Tener un nombre para algo superior a nosotros, no creo sea el objetivo. El fin es que uno pueda tener la capacidad de creer en el humano. Entender que en este está la capacidad de cambiar las cosas para bien. Saber que el mal existe, porque queremos y nadie hace nada para remediarlo. Nos gusta el mal, el bien incomoda. Aprender que lo que se hace en vida se paga en ella. Hacernos responsables de nuestros aciertos, cargar con ellos, así como se hace con las derrotas. Creer que somos capaces de cambiar algo y no es necesario un milagro. Darnos tantito el lugar y dejar de pensar que algo más allá, lo hace por nosotros.
A mi mente viene la escena, en la que Jesús dice: Dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos, es el reino de los cielos. No sé, sí exista un reino de los cielos, paraíso o que se yo, o sea una metáfora de Dante y que se apropio la Iglesia por conveniencia. Pero, me atrevo a afirmar que los niños son mucho más superiores que cualquier adulto, siempre están en la búsqueda de la respuesta a sus preguntas, son auténticos y sinceros. Sin, duda debemos aprender mucho de ellos. Lastima que nosotros les enseñamos a mentir, les quitamos la diversión, los torturamos de la misma forma en que fuimos torturados. Si el adulto fuera más niño, sería más feliz. Quizá, por ello, Jesús dijo, que sólo los niños entran directo al cielo. No necesitan de mucho para creer. Conforme crece uno se van las fantasías, las ilusiones, la capacidad de soñar y de creer en algo que no se sabe si existe, se tendrá, se verá o se tocará. La vida golpea tanto que enseña a uno a creer en lo inmediato y palpable. Aprende y aprehende uno a ser “realista”. Realmente sólo se es infeliz. El niño se acuerda de lo bueno, permanentemente, lo guarda, como escribió Nacho Padilla, en un cajón donde nada lo borra. Lo malo también permanece, pero como aprendizaje, no como tortura. El adulto se enseña a añorar lo bueno y a arrastrar con lo malo. Al adulto le preocupa la muerte, le aqueja el presente y le duele el pasado. Que infeliz se es cuando se crece.
El adolescente, no todos, pero sí la mayoría, le vale madre todo. Actúa en automático, no le importa el pasado, le vale madre el futuro y el presente; ese importa. Qué errado se es a esa edad. Si en la escuela se enseñara a tomar la vida como un juego de estrategia; a aplicar el conocimiento y no a memorizarlo; si dejara de obligar y mejor incentivar; si se preocuparán por el yo antes que por el qué dirán; si tuviera clases contra la distinción de clase, preferencia sexual, religión y color de piel; si enseñaran a pensar y no a aprehender; si la lectura fuera premio y no castigo u obligación, y si se educará a ejercer una opinión ante el entorno y una expresión libre de todo prejuicio extremo. Otro gallo nos cantaría. Sería el humano más feliz.
O quizá no, y por eso se sigue el camino de ahora. Tal vez la rutina y lo cotidiano hace al hombre más sano.

8 comentarios:

Verena Sánchez Doering dijo...

hola, gracias por tus saludos en el Blog de Freyja
de donde saco fotos hermosas, yo ayudo en una web aun fotografo y le escribo es relacion a la foto
bueno a traves de el consigo fotos, por eso que van con el nombre del fotografo. porque es bien delicado el tema de usar propiedad de los demas
la poesia sale del alma, magia, sueños salen
te doy las gracias Fredo por ser mi fan como me dices yo encantada compartir contigo
que sea un 2007 maravilloso y logres todo
me encanto como terminaste el post: Tal vez la rutina y lo cotidiano hace al hombre más sano.
besitos y que mañana sea un lindo dia


besos y sueños

Rosa Silverio dijo...

Querido Fredo:

¡Excelente post para empezar el año!

Lo he disfrutado como no te lo puedes imaginar. Tanto que lo he leído dos veces. Me identifico por completo con todo lo que escribes.

Yo también he pensado mucho en el bien y el mal, he cuestionado y buscado la existencia de un Dios y nunca deja de asombrarme esa maravillosa cualidad de los niños de ser buenos, de creer en los cuentos de hadas y en la bondad del mundo.

Mientras yo crecía deseaba no crecer, algo así como Peter Pan. Es que me daba cuenta, Fredo, que la vida y los golpes cotidianos me iban robando la capacidad de asombro, la capacidad de amar, la capacidad de creer.

Por suerte, los adultos todavía tenemos la oportunidad de volver a nuestro orígenes, a nuestra esencia primigenia a través de viajes interiores o por el contacto con gente chévere como tú o como los niños.

Un abrazo grande y felicitaciones por esta maravillosa forma de empezar el año.

Cariños,

Ro

Clarice Baricco dijo...

La verdad nos hará libres, es lo que dijo Jesucristo.
Y èl sabiendo como èramos, nos comparó con los niños.
Cuánto daría para que todos tuviéramos alma infantil pero estamos en un mundo real, donde solo con la fantasía de las letras podemos fabricar nuestro propio mundo.
En fin...mucho que decir.

Abrazos

Ictericia dijo...

Ey, ey (Ale brinca en el fondo) feliz año!! feliz año!!!

Un abrazo.

indianala dijo...

Paso a darte un abrazo grande y cálido para dure por todo el 2007!
Me parece tan acertado tu post, tan valioso. Enseñar a pensar, es el gran desafío del hombre!
Que el gran caudal pedagógico siga fluyendo por siempre, dulce el niño Fredo!!
Besos

alejandra dijo...

ea alfredo, ando pora caà leyendote, he vuelto a mis dias "normales" por asi decirlo asi que aqui me tendràs de nuevo =P

SALUDOS!

Verena Sánchez Doering dijo...

gracias a ti por tus bellos saludos en el Blog de Freyja
y gracis por tus felicitaciones por la publicacion del libro
un abrazo grande y que estes muy bien
besitos



besos y sueños

edegortari dijo...

Concuerdo contigo a mi manera. cReo que las cosas son simplemente, ni siquiera decir que el bien y el mal coexisten. Simplemente las cosas son. Saludos.