Si me regalas tus entrañas,
yo te regalo mi amor por el día
y mi sexo por la noche,
dijo la dama de vista bipolar.
Preferiría no hacerlo,
contestó el hombre
que opto por la sombra
de la mujer deseada.
Y el hombre se quedó mirando
como marchaba la mujer,
con rumbo al olvido visual
y a la eternidad mental.
1 comentario:
aaahhh me encantan los poemas que narran, que juegan con las voces, donde hay acciones. qué chido este poema, un beso mi querido amigo :)
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