viernes, septiembre 22, 2006

Introspección VIII (O un coca-coletón por mí).

Esto de la educación es una cosa sumamente estúpida. Sobre todo ese parte a la que le llamamos examen, ¿a quién chingada madre le interesa aprenderse de memoria lo que ya está escrito?, ¿no por eso ya está escrito para que lo consultemos cada que sea necesario? En fin, tengo que prepararme para un examen de la materia de Corrientes de la Lingüística en su versión 1, con lo que me gusta eso de la Lingüística.
A estas alturas ya no sé que cosa sea más horrible: saber que el martes tengo que hacer un examen de algo que ni muerto de hambre me tragaría un libro de esa área o darme cuenta que en mi casa la coca-cola ya está desapareciendo, no por consumo, sino por no comprarla. Mi boca parece desierto. Ahora comer en casa también se vuelve un martirio, la comida sin coca-cola es como la política sin corrupción, México sin sus pobres, el mundo sin los atentados. Sabemos que hacen daño, que es preferible no tenerlo, pero le quitan un sabor a la vida. Quizá la tornan aburrida.
Ni siquiera para un agua de Jamaica natural hay, algo está pasando en mi casa, las cosas se esfuman. No sé que pasa.
Algo tendrá que ver con las tarjetas de crédito. Ya no puedo comprar a la Gandhi por Internet y por ende no he podido comprar el libro de Cirlot, ya hasta tome prestado para comprar un libro de Maffesoli.
Pero todo lo demás se arregla, le pides a alguien te la compre las cosas y le pagas uno, pero el no tener coca-cola es quitarle sentido a mi vida. Es acabar con todo, ahuyentar a la inspiración.
Por eso ahora recibo y lo agradezco de buena manera su participación en este coca-coletón en pro de la inspiración de este futuro escritor. O en su defecto si alguien conoce a algún empresario de dicha refresquera proveedora de mi felicidad, favor de pedirle beque mi vida creadora y literaria, asegurándole una buena inversión.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja chale alfredo,siempre te quejas de la escuela,quien te viera que pareces feliz estando tooooda la tarde ahi metido!
lo de la coca cola si es un lio,me imagino mi vida sin cigarros y pues si,es bastante feito
no te preocupes,cuando seamos ricos alomejor nos podremos proporcionar cigarros y refresco reciprocamente
hahaha suerte en tu examen

Anónimo dijo...

jaja, tu siempre adicto a las aguas negras... pero creo que la hace bien a tu escritura... Me agradó... y que la probabilidad este de tu parte en tu examen.

Clarice Baricco dijo...

pues mira, yo te mando mucho café de mi tierra, te aseguro que te inspirarás mejor que la coca-cola.

un abrazo y saca 10 en el exámen

Clarice Baricco dijo...

Leí los poemas y me gustaron. Contenido e ingenio.

Abrazos

hpons dijo...

Yo pongo las cocas amigo, nomas tienes que venir al Centro histérico del DF y acá me encuentras...

bu-bu

saludos muchos

Sandra Becerril dijo...

jejejeje así que la coca cola es tu punto débil?

Estoy de acuerdo con lo de los exámenes, no sirven para nada...

besos y por cierto... gracias por las porras

alejandra dijo...

yo soy igual que tu adicta a la coca cola, no hay nada mejor que un atardecer con una coca de vidrio bien muerta!

Rosa Silverio dijo...

Jajajajajaaj. Alfredo, coincidimos en lo de la Coca Cola. Yo soy SIEMRE COCA COLA. Hasta por la mañana, a veces, cuando me levanto, me sirvo un vaso de Coca Cola.

Por otra parte, suerte con tu examen. Yo también odiaba estudiar para pruebas, en especial si no me gustaba la asignatura. Pero lo que más detestaba era eso, "embotellarme" un texto, cuando yo lo que quería era romperlo y volverlo a crear.

Me despido rogándole a todos los santos (jejeje, no soy creyente) que te manden ríos de Coca Cola.

¡Suerte!

Abrazotes,

Ro