domingo, marzo 26, 2006

Interminable toqueteo.

Ayer tuve ganas de retornar
al espectáculo que dan
tus soberanos y desnudos senos
cuando se saben amenazados
por unas curiosas manos.

Hoy mi lengua insistió
en recorrer tus aventureros oídos,
para convertirse en la sinfonía
de tu vida.

Pero como siempre,
sólo son ganas e insistencias
de tenerte a mi lado,
para así dejar de escribir
en versos interminables
las dos mil formas en las que
pienso tocarte.

No hay comentarios.: