sábado, enero 21, 2006

Constancia de fascinación.

Un homenaje cirlotiano para una mujer barroca.

Cada presencia rosa que veo
es tu reflejo que me persigue.

Cada pato que escucho
es el graznido que en mi mente te rememora.

Cada rayo de luna que alumbra mi cuarto
es tu silueta que el sueño me rapta.

Cada cuadra que caminamos
es un tango con tendencias barrocas.

Cada hola con que saludo
es una forma de homenajearte.

Cada verso escrito, risa, mirada
es mi manera de tocarte.

Cada oscuro silencio
es lo más cercano a un no.

Y estás son mis cenizas
que el tiempo dejó, son tuyas.






No hay comentarios.: