miércoles, noviembre 23, 2005

Re-escribiéndonos

Hoy te busque en el firmamento,
no te pude encontrar, sigues
inalcanzable como la novela que
llevo años escribiendo.

Mi mano está cansada
de estar transcribiendo párrafos
enteros que no son más que
recuerdos de lo que nunca existió.

Nunca me viste desnudo,
no fuiste tú quien me enseño
el verbo amar, sin embargo
manejabas a la perfección
la espera en cada encuentro.

La luna fue nuestro principal
comunicante, como lo fue
para los amantes más utópicos
de las historias que nunca se escribieron.

Nunca existimos, pero posibilidades
inundan nuestro futuro, tal vez
esa sea la razón por la cual, nunca
escribiré mi novela, sería volver
a nadar en el mar de las probabilidades.

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