jueves, octubre 20, 2005

Un poema para Alma

A Alma Flores, la siempre tierna y cauta amiga.

Lluvia negra/ que cae en la tierra/ de mi vida.
Tierna de/ voz impasible/ mirada imponente/ y  belleza griega/ penetraste en mi alma.
Escuchas mi agonía/ vigía de mis desvelos/ diseñadora de consejos.
Mujer/ de periódica aparición,/ como la literatura/ embriagaste mi vida/ con la intensidad del vino tinto/ muy lento y cálido.
Diluvio de septiembre/ empápame de tu agua,/ sin dejar parte seca.

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