miércoles, octubre 19, 2005

Cántaros de lejanía

Cántaros de lejanía

Llueve a cántaros. Mis plantas se han mojado. En la televisión no hay nada que no sean simples comerciales de compra-venta. No la apago para no sentirme solo. Un aparato de 36 pulgadas con una antena inservible y un sistema de cable pirateado, sustituyen a tu cuerpo conformado por un par de ojos cafés como al tierra mojada de mis plantas y profundos como la querencia que te tengo, a pesar de tu terrible indiferencia.
Escribo, páginas y páginas que inicialmente buscan atraer a un público culto, pero siempre acabo escribiendo sobre ti conmigo y sobre mí sin ti, párrafos largos, algo pretenciosos que acaban por alejar al público culto y acercan a aquel fanático de los melodramas.
Hace veinte Lorcas que te extraño y un Diablo Guardián que te amo.
Hoy a un Qliphoth de distancia, te escribo acerca del Proceso de mi intento de escritura.

No hay comentarios.: